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Actualidad

La responsabilidad social en la contratación pública

Por Afi

A la hora de llevar a cabo los procesos de contratación, las Administraciones Públicas podrán lograr resultados sociales positivos mediante la aplicación de los criterios de contratación pública socialmente responsable.

Jueves, 8 de julio de 2021

Según establece el artículo 1 de la Ley 9/2017, de Contratos del Sector Público, las Administraciones Públicas deberán garantizar, a lo largo del proceso de contratación, que el mismos se ajusta a los principios de libertad de acceso a las licitaciones, publicidad y transparencia de los procedimientos, así como la no discriminación y la igualdad de trato entre licitadores, garantizando la adecuación de los fondos utilizados a los objetivos de estabilidad presupuestaria y control del gasto público.

Más allá del ámbito presupuestario, las Administraciones pueden lograr resultados sociales positivos aplicando los criterios de contratación pública socialmente responsable (en adelante, CPSR), pudiendo influir en el mercado desde el punto de vista de la oferta y de la demanda.

Aumentando la eficiencia de las compras públicas, los licitadores pueden fomentar aspectos tan relevantes en el desarrollo de una sociedad como son la mejora de las oportunidades de empleo, la mejora y las capacidades individuales y colectivas, el reciclaje de los trabajadores, la inclusión social o la igualdad de género. De este modo, la CPSR reconoce que a los compradores públicos no sólo les interesa comprar a la mejor relación calidad-precio posible, sino que también les interesa garantizar que el procedimiento genere beneficios sociales, considerándose de este modo la contratación pública como un instrumento estratégico para gastar el dinero público de manera más eficiente y sostenible.

Para implementar las técnicas de CPSR en sus procesos de contratación, las administraciones públicas deberán, en primer lugar, incluir consideraciones sociales específicas en sus decisiones de compra y los objetivos a alcanzar a través de las mismas. Para ello, es necesaria la colaboración en todos los niveles de la administración en cuestión, desde el político hasta el técnico, estableciendo un proceso de implantación de los criterios contenidos en la CPSR que puede seguir los siguientes pasos:
  1. Estudio de los beneficios y oportunidades de los proyectos a implementar y su relación con los objetivos sociales a conseguir.
  2. Definición de los objetivos sociales, mediante el desarrollo de una estrategia que ayude a centrar en qué aspectos se llevarán a cabo las compras sociales.
  3. Consultas y reuniones con las partes implicadas, tanto dentro de la administración como con los posibles licitadores.
  4. Evaluación de riesgos y clasificación de los contratos a realizar en función de su relevancia.
  5. Una vez definidos los objetivos y las metas a alcanzar, integración de los criterios de CPSR en los procedimientos y políticas de contratación pública.
  6. Establecer un sistema de control que mida los avances realizados en la consecución de los objetivos y metas previamente establecidos.
 Así, a la hora de redactar los pliegos administrativos y técnicos se tendrán en cuenta estos criterios previamente definidos añadiendo cláusulas que tengan en cuenta y premien, entre otras:
  • Oportunidades laborales para jóvenes, trabajadores de más edad o para personas en situación de exclusión social.
  • Cláusulas de igualdad de género y que luchen contra cualquier tipo de discriminación.
  • Formación complementaria.
  • Reserva de contratos para empresas de economía social.
  • Seguimiento de contrataciones y subcontrataciones a lo largo del contrato.
  • Cumplimiento en materia de seguridad e higiene en el trabajo.
  • Reconocimiento de las necesidades de las personas con discapacidad y su implicación en los procesos de compra.
  • Criterios de accesibilidad.
Aplicando estos criterios, entre otros, además de cumplir las obligaciones establecidas en las Directivas sobre contratación pública y la propia Ley de Contratos del Sector Público, la CPSR ayuda a las Administraciones Públicas a detectar riesgos de incumplimiento de las normas del derechos social y laboral; a fomentar mercados con conciencia social; a demostrar una gobernanza socialmente responsable; a apoyar la integración y la inclusión; y a garantizar un gasto público efectivo.
 
Para facilitar la implementación de los criterios de CPSR en la Administración Pública, la Comisión Europea ha elaborado una guía informativa en la que aclara los principales conceptos y aspectos a tener en cuenta a lo largo del proceso, que está disponible a través del siguiente enlace.

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