Primeros pasos en la alineación de los presupuestos locales con los ODS
Pautas y recomendaciones para alinear el presupuesto de las administraciones locales con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Miércoles, 28 de abril de 2021
La previsión del Gobierno en el Plan de Acción es que los ministerios, a los que previamente se les trasladará una metodología homogeneizada, elaborarán anualmente un informe que refleje el análisis del alineamiento de recursos públicos a los ODS en el ámbito de sus competencias. Por otra parte, en el mismo Plan se estima que las comunidades autónomas y las entidades locales de mayor tamaño tendrán que suministrar esta información presupuestaria en el formato que se determine.
Por lo tanto, todo parece indicar que la metodología que el Estado ha seguido en el informe mencionado debería constituir la referencia inicial para el alineamiento de los presupuestos autonómicos y locales con los ODS. Esto no es óbice, para que en el futuro esta metodología vaya siendo perfeccionada puesto que, como el propio Informe reconoce, es una primera aproximación sobre la que se irá construyendo una metodología más robusta con el paso de los años.
Los fundamentos metodológicos que se establecen en la alineación estatal pueden resumirse en los siguientes:
- No se plantea una mera distribución de los créditos de gastos presupuestarios entre los distintos ODS. Se considera que un programa, por ejemplo, puede impactar simultáneamente en varios ODS con solapamiento y no distribución de esfuerzos. Por tanto, la contribución de las políticas a los ODS es tanto cuantitativa como cualitativa.
- El alineamiento se realiza considerando el carácter transversal y las sinergias que se generan entre los ODS.
- No todos los créditos presupuestarios tienen que estar alineados directamente con ODS. Esta circunstancia se produce porque se identifican actuaciones de carácter instrumental u horizontal, estableciéndose que no tienen una incidencia significativa en el cumplimiento de la Agenda 2030.
- Únicamente se consideran las relaciones directas de las actuaciones recogidas en las políticas de gasto con los ODS. En este sentido, se pone como ejemplo la escolarización en áreas rurales: sus actuaciones contribuyen a una educación de calidad (ODS 4) y a la reducción de desigualdades (ODS 10); sin embargo, no se considera el efecto indirecto que la construcción de las infraestructuras educativas asociada a este programa tiene en el trabajo (ODS 8).
- El alineamiento del presupuesto se realiza considerando el índice de esfuerzo presupuestario. Este índice se establece para todos los ODS con los que se relaciona el programa de gasto valorado. El índice expresa, en tanto por uno, los recursos presupuestarios (con una evaluación cualitativa) que se consideran alineados con cada ODS. El umbral mínimo a partir del cual se considera que una política se alinea, en términos cuantitativos, con un ODS se establece en 0,05.
- Se aplica sobre el presupuesto consolidado, considerando las políticas y los programas de gasto. Eso sí, se exceptúan las políticas de transferencias a otras administraciones y de deuda pública.
Sin realizar consideraciones valorativas sobre la metodología estatal, en la presente nota pretendemos proponer algunas primeras actuaciones que podrían desarrollar las entidades locales, especialmente las que tienen unos recursos humanos más limitados, para presentar algunas cifras de alineamiento de su presupuesto con los ODS.
En este punto, la propuesta que realizamos no puede contener referencias al índice de esfuerzo presupuestario, dado que su determinación debe atender a la particular labor y organización de la entidad local.
En cualquier caso, al igual que lo hace el Estado, consideramos apropiado partir de la clasificación por programas de la entidad local. Dentro de esa clasificación y, probablemente, con el soporte de documentación adicional elaborada en su concreción, se podrían identificar créditos asociados a acciones como las que se presentan a continuación en relación con cada uno de los ODS:
- ODS 1 (fin de la pobreza): asistencia a personas sin hogar.
- ODS 2 (hambre cero): huertos urbanos, ayudas de comedor para niños de familias vulnerables.
- ODS 3 (salud y bienestar): inversiones y mantenimiento de zonas peatonales y de carriles bici, transporte colectivo, mejora y/o conservación de redes viarias, mantenimiento de centros de salud municipales.
- ODS 4 (educación de calidad): educación infantil de 0 a 3 años, servicios complementarios de educación, vigilancia de la escolaridad obligatoria, formación continua profesional.
- ODS 5 (igualdad de género): campañas de concienciación de la igualdad de género.
- ODS 6 (agua limpia y saneamiento): mejora del alcantarillado, control de la calidad de agua potable.
- ODS 7 (energía asequible y no contaminante): promoción de la eficiencia en el consumo energético de la administración local, fomento de la eficiencia energética en alumbrado público, producción de energías renovables (instalación de paneles solares, etc.).
- ODS 8 (trabajo decente y crecimiento económico): apoyo a cualquier tipo de actividad económica, ocupación de puestos de trabajo municipales vacantes, remuneración del personal municipal, programas de formación laboral, programas de inserción laboral, formación continua de los trabajadores.
- ODS 9 (industria, innovación e infraestructura): planes y acciones de identificación de actividades potencialmente peligrosas en el municipio y control de su adecuación legal en materia de riesgo, promoción de iniciativas de economía circular, promoción de la mejora de gestión en polígonos industriales.
- ODS 10 (reducción de las desigualdades): dotación de parque de vivienda protegida, actuaciones en barrios desfavorecidos, programas de atención al inmigrante o colectivos sociales con problemas, garantía de los derechos de la infancia y de los jóvenes.
- ODS 11 (ciudades y comunidades sostenibles): fomento de la participación ciudadana, fomento del voluntariado, fomento del asociacionismo, fomento del transporte público no contaminante, actuación de la protección civil en control y prevención de riesgos naturales, programas dirigidos a la ciudadanía en materia de autoprotección, gestión de residuos urbanos que minimiza el efecto medioambiental.
- ODS 12 (producción y consumo sostenibles): huertos urbanos, fomento del consumo responsable entre el personal de la administración local y en la ciudadanía, implementación de la contratación pública verde, seguimiento del cumplimiento de los criterios de contratación pública verde, promoción del reciclado y la reutilización.
- ODS 13 (acción por el clima): mejora en la educación y sensibilización sobre las actuaciones humanas que se relacionan con la mitigación del cambio climático, análisis de la planificación urbana dirigida a establecer posibilidades de reducción de emisiones.
- ODS 14 (vida submarina): conservación de zonas costeras, conservación de las cuencas de los ríos, control de vertidos en ríos y mares.
- ODS 15 (vida de ecosistemas terrestres): conservación del medio natural, actuaciones en bosques, actuaciones sobre especies terrestres invasoras, impulso del desarrollo rural orientado a la conservación de la biodiversidad y del paisaje, fomento de la infraestructura verde, proyectos de restauración ecológica.
- ODS 16 (paz, justicia e instituciones sólidas): Impulso del acceso público a la información relacionada con la actividad desarrollada por el ayuntamiento, actuaciones que garantizan la conexión interdepartamental en la actividad de la administración local, fomento de decisiones participativas.
- ODS 17 (alianzas para lograr los objetivos): cooperación internacional.
En la relación expuesta se observa que existen actividades municipales que pueden impactar simultáneamente en varios de los referidos ODS. Este es el caso, por ejemplo, de la formación continua de los trabajadores municipales, que se relacionaría con el ODS 4, en cuanto supone actuar en la educación profesional, así como con el ODS 8, dado que implica mejorar las condiciones de trabajo. Como anteriormente se explicaba, si se sigue la metodología estatal, los créditos asociados a esta formación, se asignarían a los dos ODS identificados, en función del índice presupuestario que los responsables establezcan para cada uno de ellos. En este punto, es preciso recordar que la suma de los índices presupuestarios referidos a unos mismos créditos de gasto no tiene que ser siempre la unidad, puede situarse por encima o por debajo de este valor.
Adoptar el enfoque estatal de la metodología de alineación del presupuesto con los ODS cuenta con la ventaja de que, probablemente, sea la que se imponga en el medio plazo. En todo caso, dicha metodología dista mucho de ser única a día de hoy en España. Entre las entidades locales españolas, y en el ámbito que estamos tratando, cabe destacar la experiencia desarrollada por dos diputaciones provinciales: la de Badajoz y la de Palencia. Ambas han aplicado una metodología de alineación propia, que no se fundamenta en la desarrollada por el Estado, debido a que esta última se publicó con posterioridad.
Bien sea con una metodología propia o adaptando la estatal, es indudable que a las entidades locales se les presenta una oportunidad para evolucionar en la elaboración de presupuestos. Con su alineación con los ODS, no solo se evidenciaría ante a la ciudadanía el compromiso con estos objetivos, sino que también contribuiría a impulsar que ese compromiso se impregne en el resto de la sociedad.
Es innegable que la alineación del presupuesto local sería más sencilla y coherente si la administración correspondiente hubiese elaborado anteriormente su propia Agenda 2030 y toda su actuación estuviera enmarcada en la misma. En cualquier caso, el esfuerzo de alineación tiene ventajas importantes y, no solo debería realizarse en los presupuestos iniciales, también en la liquidación presupuestaria, aprovechando las economías de escala que se producen. Además, esta alineación también es una forma de ir introduciendo en la planificación local la sostenibilidad como eje transversal de las actuaciones proyectadas, de forma que en el medio plazo la alineación del gasto con los ODS no tenga que realizarse de manera ex post sobre el presupuesto, sino que venga dada por las decisiones estratégicas adoptadas.
(Nota: este artículo se basa, fundamentalmente, en el documento “Agenda 2030 local: cómo abordar los Objetivos de Desarrollo Sostenible desde el ámbito local. Guía práctica” publicada por la Red Vasca de Municipios Sostenibles.)
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